A mis amigos los quiero pocos

Tener pocos o muchos amigos no me define ni determina mi valor como persona.

Foto por Simon Maage / Unsplash

En esta semana hablaba con unas amigas y una de ellas mencionó que, con el tiempo, había aprendido a darle más importancia a la calidad que a la cantidad, en cuanto a relaciones de amistad se refiere.

Y eso resonó tanto en mi mente, que me fui a unos años atrás, a cuando estaba terminando la secundaria y empezando la universidad. Recuerdo haberme sentado con mi mamá uno que otro sábado en la noche, le decía que me sentía rara, porque yo solo tenía un par de amigas cercanas y, mientras ellas hacían planes con diferentes grupos de personas, yo me quedaba en casa… me sentía menos que ellas, porque yo no hacía lo mismo. Lo irónico es que, en el fondo, yo ni siquiera quería salir, pero a la vez me sentía triste y me preguntaba: “¿no se supone que yo debería tener muchos amigos también para salir todos los fines de semana? ¿Qué pasa conmigo? Tal vez no soy lo suficientemente simpática, tal vez es que no soy cool”.

Creo que ni mis propias amigas sabían que yo me sentía así, pero acordarme de eso ya no me trae tristeza, porque con el tiempo descubrí que no había absolutamente nada mal conmigo. Tener pocos o muchos amigos no me define ni determina mi valor como persona. Además, aprendí que realmente la calidad vale mucho más que la cantidad. Hoy te cambio tres amigos superficiales por una sola amistad verdadera. Hoy te cambio seis amigos de fiesta por dos de los que están contigo en los momentos oscuros, cuando no sabes cómo vas a salir de ahí y ellos te toman de la mano y te dicen: “nosotros tampoco, pero mientras tanto esperaremos aquí en la oscuridad contigo”.

Cuanto más voy madurando, esa sed constante de validación se ha ido esfumando, aclarándome el panorama para poder apreciar a las personas que sí valen la pena. Así sean pocas o muchas, lo importante es que te valoren y te respeten por quien eres, por lo que te hace ser tú. Y por eso, yo a mis amigos los quiero pocos, pero a esos pocos, los quiero mucho.