La naranja incompleta

Toda la vida esperamos ese momento de unirnos con nuestra “otra mitad” para estar completos. Pero, ¿realmente es así que funciona?

Foto por Dominic Swain / Unsplash

Desde que tengo uso de razón he oído las frases “mi media naranja” o “mi otra mitad”. Es común usarlas para referirse a ese ser especial que decidimos sea nuestra pareja de noviazgo o de vida.

Hace unos meses estuve en una boda donde les dijeron a los novios, a modo de consejo, que al contraer matrimonio cada uno deja de ser “yo” para ser “nosotros” y entregarse completamente a su pareja. Y mientras eso se oye muy bonito, me dejó pensando… ¿qué implica ese consejo? Una vez más resonó en mi mente la noción de “la otra mitad”, de estar incompleta esperando que llegue el momento en el que me una con alguien más y seamos un gran todo. Pero, ¿realmente así es que funciona?

Yo supe que mi entonces novio era con quien quería casarme porque siento que con él puedo ser plenamente yo, y él es plenamente él. Nos complementamos sumamente bien, pero cada quien mantiene su esencia y es su propia persona, fuera de ser simplemente “el esposo de”.

Más de una vez he oído a alguien decir: “cuando tenga novio por fin seré feliz”, “cuando me case…”, “cuando tenga un hijo…”, como si uno de esos aspectos trajese consigo la felicidad definitiva.

Si bien es cierto que todas estas son bendiciones, no dejan de ser expectativas que casi siempre llevan a la decepción, ya que el sentirse o no realizado empieza con uno mismo.

Veamos un ejemplo simple con una de mis comidas favoritas: la pizza. Todo empieza con una pizza de queso, a la que le puedes agregar toppings que ciertamente añaden valor a su sabor. Pero al final, la base sigue siendo una pizza de queso, que no necesita más nada para ser una excelente comida.

Como yo lo veo es que ser novia, esposa o madre de alguien, no es lo que debería definirme como persona, pues al momento de dejar de ser cualquiera de esas cosas, me estaría quedando sin nada, como una naranja incompleta. De ahora en adelante, me gustaría verme más como una pizza de queso: suficiente tal cual soy. Los toppings son opcionales, a mi gusto.